Archaeology is a science with an intimate investment in the bodies that labor to produce its objects of knowledge. Data comes into being through tactile skills: eyes that see, hands that touch, voices that name and debate. It matters, therefore, who constitutes and controls the labor force; yet little has been written about archaeological workers. Here I outline the relationship between archaeologists and indigenous workers at Tiwanaku, Bolivia, showing that archaeologists did not have direct control over labor on their sites, including who was hired, how much they were paid, and how jobs were defined. These decisions are made by the community's Mallkus in active (sometimes protracted) negotiation with the archaeologists. While active and constant, the process of bargaining was not necessarily conflicted; moreover, it led to a form of labor organization and scientific practice that was neither entirely Aymara/indigenous nor entirely archaeological/scientific. It thus forms an intriguing example of a form of hybrid scientific practice that incorporates two very different conceptualizations of labor, both as it relates to specific individuals (who is capable of occupying specific jobs) and how it is valued (what the underlying purpose of scientific work should be). RESUMEN La arqueologia es una ciencia con una inversion intima en los cuerpos que trabajan para producir sus objetos de conocimiento. Los datos surgen a traves de las destrezas tactiles: ojos que ven, manos que tocan, voces que nombran y debaten. Importa, por lo tanto, quien constituye y controla la fuerza de trabajo; sin embargo, poco ha sido escrito acerca de los trabajadores arqueologicos. Aqui, bosquejo la relacion entre arqueologos y trabajadores indigenas en Tiwanaku, Bolivia, mostrando que los arqueologos no tenian control directo sobre el trabajo en sus sitios, incluyendo quien era contratado, cuanto se les pagaba y cuantos trabajos se definieron. Estas decisiones son hechas por los Malkus de la comunidad en activa (algunas veces prolongada) negociacion con los arqueologos. Mientras activo y constante, el proceso de negociacion no necesariamente fue conflictivo; ademas, llevo a una forma de organizacion del trabajo y practica cientifica que no fue ni enteramente aimara/indigena ni enteramente arqueologica/cientifica. De este modo forma un interesante ejemplo de una forma practica cientifica hibrida que incorpora dos muy diferentes conceptualizaciones de trabajo, ambas en la manera que se relaciona a individuos especificos (quien es capaz de ocupar trabajos especificos) y como es valorado (cual debe ser el subyacente proposito del trabajo cientifico). [estudios cientificos postcoloniales, arqueologia andeanista, antropologia del trabajo, tecnicos, ciencias de campo]